Publicado por Msc. Ivannia Lizano Argüello el 29.09.2020
Desde el año 1993, ingresé a esta gran fuerza, que son los educadores. Soy hija de educadores; así que, aunque inicié la universidad estudiando otra carrera, no pude evitar, que ese aire que se respiraba en mi casa, terminara llevándome a tomar la decisión de estudiar educación.
Algunos creen que, quienes estudian educación lo hacen porque no lograron ingresar a otras carreras o porque es el área más fácil… cualquiera es educador. En mi caso no fue así. Estudiaba Administración Pública, un área que también me encanta, pero en educación ningún día es igual al anterior.
No podría decir sí fui una buena o mala docente. Como profesora trate siempre de hacer bien mi trabajo y que mis estudiantes llegaran más allá de lo que el programa planteaba. Por ejemplo, cuando fui docente en el CTP José Figueres Ferrer, en La Lucha, me dí cuenta de que los estudiantes sólo hacían la práctica en la Finca de los Figueres. En mi criterio eso era limitarlos, cerrarles oportunidades; así que no tuve paz hasta que les conseguí empresas en San José y Cartago donde hacer su práctica. Para los muchachos eso era un cambio radical pues quienes iban a laborar en San José, debían venirse a vivir con familiares o amigos. Hubo un caso particular de un muchacho al cual lo asaltaron en la Plaza de la Cultura. Me sentí culpable por eso… hasta que un día, mientras esperaba a ser atendida en el Hospital Calderón Guardia, un joven médico se me acercó y me dijo: “Se acuerda de mi? Yo soy Fulanito, su alumno de La Lucha, ahora soy doctor aquí. En ese momento liberé mi conciencia.
Debo contarles también que durante el tiempo que laboré en esa institución goce del beneficio de una casa para los profesores. Yo estaba empezando a trabajar así que era una gran experiencia. Cuando llovía debíamos recoger agua de lluvia para bañarnos al día siguiente, pues el tanque de agua se llenaba de barro y no podíamos usar la de la tubería.
Varios años después obtuve mi plaza en propiedad en el CTP de Limón. Iba embarazada de mi hija mayor. De esta institución tengo gratos recuerdos pero también debo decirles que como era la nueva, no siempre tenía aula e incluso a veces, no tenía ni silla donde sentarme. Pero lo más duro de ese momento era cuando mi esposo iba a dejarme a la terminal de buses a las 4:00 a.m. los lunes. Cuando el bus daba la vuelta y lo veía que se quedaba solo me daba un gran dolor en el corazón.
Como Directora también asumí grandes retos, me correspondió abrir dos colegios nuevos, en condiciones muy diferentes. Trabajar para que colegios, que tenían una imagen por el suelo, lograran levantarse en beneficio de los estudiantes.
Ahora desde la Supervisión, la tarea cambia. Ya no tengo tanto contacto con los chicos y chicas, pero sé que debo guiar a los directores y directoras para que no pierdan el objetivo previsto en nuestra política educativa “La persona como centro”.
Para ser educador no sólo hay que estudiar muchos años, contrario a lo que algunos creen, hay que tener en la mente y el corazón el reto de construir una Patria diferente, lo cual solo se logra guiando a quienes tendrán la responsabilidad de dirigirla en algunos años.
Creo en la labor de los docentes, quienes en conjunto con los estudiantes y padres de familia han superado el reto de pasar a la virtualidad, sin que estuvieran preparados. Creo en la educación que brindamos en nuestros centros educativos, soy educadora, así construyo la patria que sueño con solidaridad y esperanza, estoy segura que ese es también su reto.
Msc. Ivannia Lizano Argüello
Supervisora del Circuito 04
Dirección Regional San José - Norte
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